sábado, 13 de septiembre de 2008

HONRAR LA MEMORIA DE JUAN BOSCH DEBIDAMENTE


Por: Jorge A. Abreu Eusebio.

El pasado 30 de Junio se conmemoró el aniversario número 95 del nacimiento de uno de los Dominicanos más ilustres, serios, honestos y consagrados a la causa de su pueblo: El Profesor Juan Bosch, quien viera la luz del mundo por primera vez en el verano del año 1909, en la ciudad de la Vega.

El compañero Bosch, nuestro eterno guía, cuya figura se acrecienta gigantesca al paso del tiempo, tornándose inconmensurable su valía, demostró que poseía una visión de Estado, de toda la sociedad y del mundo; que pasaba los umbrales del futuro; sus concepciones y planteamientos, basados en juicios objetivos muy profundos, daban un diagnóstico certero de las realidades inmediatas y las que se avecinaban.

Si se hubiese dejado que el curso de la historia siguiera su destino normalmente y no se tronchase el mandato Presidencial del compañero Bosch aquel funesto y aciago 25 de Septiembre del 1963, en el cual había introducido unas políticas sociales que a la postre sacarían al país del atraso y del subdesarrollo, que beneficiarían la gran mayoría del pueblo Dominicano, máxime a las masas más desposeídas, hoy en día la República Dominicana no estuviese atravesando por todas las vicisitudes que padece de manera inmisericorde producto de aquel golpe mortal asestado vilmente contra las valores democráticos más elevados y puros; seríamos un país situado en otra dimensión, con una verdadera y sólida Democracia sostenida sólidamente en la institucionalidad, y, gracias a Dios, esa es una de las virtudes que adornan al compañero Leonel Fernández, entre otras tantas polifacéticas capacidades que posee.

Siempre honraremos la memoria de ese gigante de la política nacional y continental llamado Juan Bosch, y una de las maneras que podemos lograrlo, independientemente de los actos que se realicen en el marco de su natalicio, es poniendo la institucionalidad del Partido por encima de todo en la toma de decisiones que serán determinantes en la selección de los funcionarios que dirigirán los destinos de la nación junto al compañero Presidente Dr. Leonel Fernández, y desde la posición que ocupen, practicando la humildad, el decoro; enseñando una verdadera vocación de servicios en pos del bien común y que nos haga merecedores del respeto, la admiración y la confianza que este pueblo el 16 de Mayo mayoritariamente puso en nuestras manos, y todos estamos en la imperiosa e ineludible obligación de garantizar a toda costa la reivindicación de la clase política, cumpliendo a cabalidad con nuestros compromisos frente a una sociedad que nos observará en cada una de nuestras actuaciones.

Estamos plenamente convencidos que existirá una sintonía entre lo que representa la figura egregia, carismática, plural y virtuosa del Excelentísimo Señor Presidente de la República Dr. Leonel Fernández Reyna y cada uno de los representantes del Poder Ejecutivo en cada Provincia, los que deberán ser elegidos poniendo el oído en el corazón del pueblo y tomando en consideración: los valores éticos y morales que adornen su personalidad; que su trayectoria haya marcado un referente militante; que tenga capacidad y honestidad probadas; que cuente con el apoyo de las bases; que sea un individuo abierto, franco, solidario y que crea en el trabajo en equipo; que sea participativo y coherente; que la sociedad en sentido general se sienta bien representado, al igual que el Partido y Poder Ejecutivo; que tenga suficiente madurez para enfrentar los retos que nos sobrevienen; que sea un garante del equilibrio, fuera y dentro del partido y que posea suficiente probidad y solvencia.

Acogiéndonos a estas consideraciones, honraremos la memoria imperecedera del Compañero Juan Bosch, quien había descrito de manera implícita la vocación de servicios en la frase “El que no vive para servir, no sirve para vivir”.

Su ejemplo indeleble: In hoc signo vinces.

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